DE NUMISMÁTICA Y CALAVERAS

Jesús Amín Tejas Carrera


La calavera literaria es una expresión artística hecha de forma escrita, la cual es muy popular entre las tradiciones mexicanas; en sus orígenes era conocida como una forma de satirizar de manera incisiva a los personajes de la política y sus "hechos".

"La Calavera Monetaria" fue publicada en 1919 por Antonio Vanegas Arroyo e ilustrada con grabados hechos entre 1905 y 1907 por el celebre grabador José Guadalupe Posada; en ella, sus autores nos ofrecen una perspectiva muy amplia del dinero de la época y de sus respectivos héroes y villanos.

He aquí una "interpretación numismática" de aquellas rimas, ilustrada con monedas billetes y eventos derivados de su respectivo contexto histórico y que hoy nos brindan muchas satisfacciones a los numismáticos que les coleccionamos y estudiamos. Al final se ofrece una explicación de cada imagen.

"LA CALAVERA MONETARIA"


¡Ya fallecieron los pesos
y murieron los tostones!
Desde hace tiempo sus huesos
son polvo allá en los panteones.
1

Ya jamás veremos esos
de “Balancitas” llamados,
tan grandotes y tan gruesos;
pura platota, y pesados.
2

Felices tiempos pasados
en que cualquier calavera
buscaba quien le quisiera
cambiar por los arrugados
Y remugrientos de Banco.
3

Todos iban al estanco
a cambiar por un billete,
por guardarle fácilmente;
porque la plata pesaba
y en cantidad estorbaba…
4

De arrancarse los cabellos
y volverse calavera,
si en serio alguien nos dijera
en los gratos días aquellos,
lo que nos iba a pasar
con nuestros lindos troqueles,
que nadie quería cambiar
ya su plata por papeles
y que aunque nos estorbara
con gusto se cargaría,
chula plata, que hoy en día
Se hace cada vez más rara…
5

¡Ay, calaveras, les pido,
llevadme, pues que sois buenas;
que hay muertos que no hacen ruido
y son mayores sus penas!
6

De esta vida las cadenas
romped con vuestras canillas,
haciéndome el cráneo astillas…
7

Contemplando las escenas
de este mundo y sus miserias,
las gentes se ponen serias
y revientan de fastidio;
apelan luego al suicidio
hasta familias enteras…
cansados del sufrimiento
prefieren, en un momento,
convertirse en calaveras.
8

Y todo porque la plata,
¡qué lata!, la plata, ingrata
rumbo al norte se levanta,
porque algún “coco” la espanta,
y de abandonarnos trata,
voluble más que una gata,
orgullosa cual Zapata;
si en volver más se dilata,
vamos a estirar la pata
y a quedarnos casi en bata…
9

¿No hay quien ese mal combata?
La plata se va… (¡qué lata!),
El mundo se desbarata…
¡No nos abandones, plata,
te lo suplico deveras!
Si sigues haciendo falta,
nos volverás calaveras…
10

(No me caigo de la reata
que tengo otros más en “ata”

Los pesos de hoy son tostones
de el tiempo de mi abuelito…
¡con razón están a “quinto”
los  "tagarnos" más raspones!
11

¿Qué dicen las de a veinte?
¿y los décimos?... ¡Dios santo!
Un mal que ya dura tanto,
¿qué enfermo se los resiste?
12

¡Los Aztecas!… ¡tepalcate!
¡Entretiene "gentes" sonzas!
¡Cuando casi “tejas” de antes,
esas relucientes onzas!
13

¡Una onza de “a dieciséis”!
¡Esos pesos de ocho reales!
Y entonces, recordaréis,
los niqueles infernales
no asomaban las narices.
14

Y qué boruca se armó
cuando ese manco González
el níquel nos empujó…
¡lo tiraron a costales
y se pusieron furiosos!
15

Pero hoy…  ¡que vengan los males!
se acabaron  los “panteras”
todos somos ya “nahuales”
y vivientes calaveras…
16

Dentro de poco la plata
con microscopio veremos
y tan solo así sabremos
si no metemos la pata
dando uno de a dos cincuenta
por diez fierros, o un azteca
por un bronce, ¡qué desgracia!
17

¡Todo por los extranjeros
que explotan nuestros dineros
allá a tan larga distancia,
donde viven codiciosos,
donde un pedacito de oro
pone al “hombre” tan furioso
que se olvida del decoro!
18

¡Oro!, metal amarillo…
¡conque amarillo no fueras!
¡color del desprecio, pillo,
que haces tantas calaveras!
19

Me gusta a mí más la plata
de los cabellos de un viejo,
que con su sabio consejo
del peligro nos aparta.
20
¡En fin, de todas maneras
la plata nos abandona,
se la llevó la pelona,
para moldear calaveras!


21


Imágenes y su explicación:
  1. Un peso "Fuerte" de 1908. Llamado así por su alto contenido de plata.
  2. Un peso "de Balanza" de 1871. Introducido en 1869 y retirado en 1873 por su poca aceptación en el mercado.
  3. Billete de 1,000 pesos del Banco de Londres México y Sud América de 1912. Este fue el primer banco de capital privado que se estableció en México, su fundación data de 1864 y fue de los pocos que sobrevivieron al periodo revolucionario.
  4. Interpretación de un estanco. Durante la primer década de 1900 la mayoría de los bancos de emisión existentes gozaban de la confianza de sus clientes, quienes hacían depósitos de oro y plata (efectivo) y/o lo cambiaban por billetes.
  5. Billetes y Bilimbiques. Con el estallido del movimiento armado se imprimieron enormes cantidades de "dinero" sin más respaldo que el de las propias armas. Venustiano Carranza fue el principal emisor de billetes entre 1913 y 1917.
  6. Los Generales Francisco Villa, Eulalio Gutierrez (Presidente Provisional) y Emiliano Zapata en Palacio Nacional. 
  7. Columna militar con Emiliano Zapata a la Cabeza. 
  8. Escena de compra venta. La excesiva emisión de billetes provocó inflación en los precios de la mayoría de los productos, lo cual afecto de manera directa a toda la población.
  9. Francisco Villa y Emiliano Zapata en Palacio Nacional. La creciente pugna del poder entre Villa y Carranza, hicieron que este último abandonara la capital para trasladarse a Veracruz con todo su "gabinete" dejando la capital en manos de los futuros "Convencionistas"
  10. Un peso "del Caballito" de 1914. La emisión de este año no estaba autorizada por la casa de moneda, sin embargo, generales del Gobierno Huertista obligaron a la Ceca a acuñarlos para poder utilizarlos durante su escape hacia E.U.
  11. Cuatro Reales (tostón) de Guadalupe y Calvo de 1847. La "desaparición" de moneda metálica hizo que cualquier emisión anterior fuera muy valorada por sus tenedores.
  12. Monedas fraccionarias de diversas épocas. La devaluación de la moneda se reflejaba en el contenido del metal de que estaba hecha.
  13. Veinte pesos de oro de 1917 conocida como "Azteca". Al finalizar el periodo hostil Carranza intentó reorganizar la administración del país y los poderes, entre las medidas tomadas ordenó reiniciar la acuñación de moneda.
  14. Ocho Reales Guanajuato de 1851. Constantemente se han añorado los tiempos en que nuestra moneda era aceptada en todo el mundo.
  15. Monedas de 1, 2 y 5 Centavos de Níquel de 1882 y 1883. Existe un pasaje de nuestra historia conocido como "El motín del Níquel" protagonizado por el entonces Presidente Manuel González.
  16. Tropas a la espera. La situación en el país impulsó a mucha gente a sumarse al movimiento armado, indistintamente de su educación, posición social, o género.
  17. Un peso "Resplandor" de 1918. En ese año se retomó la acuñación de los pesos pero con un contenido de plata inferior al acostumbrado en su ley de 0.902;  pues éste era de 0.800 milésimas.
  18. Cuerpo de "Marines" durante la ocupación del puerto de Veracruz en 1914.
  19. Monedas de oro de 2 y 20 pesos.
  20. El Gral. José de la Cruz Porfirio Díaz Mori en algún momento de su traslado hacía el exilio en París Francia.

Créditos de las imágenes:

1, 2, 14, 15. Particular
4, 7, 8, 16. "México y la Comisión Nacional de Valores"., 45 Aniversario 1946 - 1991., Comisión Nacional de Valores., 1991.
5, 11. Composición. Varios.
10, 12, 17. Dr. Ricardo de León Tallavas.
13, 19. "Águila y Sol., Colección de monedas de Banca Serfin"., Primera Ed. 1988.
18. "Inflación y Revolución., La experiencia mexicana de 1912 a 1917"., Banco de México. 2010.



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